Si Odiseo, fecundo en ardides, confió su familia y su patrimonio a la sensata prudencia de Méntor, nosotros os proponemos hacer otro tanto. En esta nueva página de la Stoa podréis encontrar sensatez, inteligencia y buenos consejos; todo lo que se nos ocurra que puede servir a lo que los modernos llaman "labor tutorial".
Méntor no siempre era Méntor; si leéis un poco más veréis que, a menudo, la diosa Atenea tomaba prestada su figura y su voz para presentarse ante los mortales y guiarlos en su viaje por la vida.
No os pido que me sigáis ciegamente, os animo a reconocer los verdosos ojos de la diosa de la Inteligencia donde quiera que se esconda, bajo cualquier apariencia que se presente.
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